Te encuentras sentado en la sección de atletas
medallistas, aun no logras entender, comprender, sustentar el cómo es que
lograste estar en esa sección tan privilegiada, motivo de envidia para muchos y
motivación para otros. Tu mente no deja de pensar, en revivir cada momento de
la competencia, en cada partido, en cada punto, en cada toque jugado en el cual
diste tu máximo esfuerzo, toda tu dedicación, toda tu entrega y pasión, todo
con el objetivo de querer cumplir tu sueño, para el que trabajaste día con día.
Simplemente no tienes palabras para describir la
felicidad que vives al saber que has hecho bien las cosas, que has logrado tus
objetivos y tus metas. Te invaden los sentimientos e incluso llegas a tener
ganas de llorar, de gritar, de saltar, pero te contienes, te guardas tus
emociones y simplemente lo disfrutas.
Llega tu turno, el presentador menciona tu nombre,
caminas hacia el pódium, tu sonrisa es inevitable, cuidas tu avanzar pues
tienes tantos nervios que temes de tropezar. Giras un poco para quedar de
frente al público, subes al pódium, sientes el poder, sientes un sinfín de
emociones que no sabes que hacer. Te colocan la medalla, una medalla que para
muchos es un simple metal colgado de un hilo, pero que para ti es el espejo de
un ciclo lleno de dedicación, esfuerzo, entrega, sacrificios, dolor, tristezas,
felicidad, logros y derrotas, pero que al final del camino, todo te lleva a un
mismo objetivo… cumplir tus sueños.
Texto por: VÍCTOR
MANUEL RAMIREZ
!!Ay mi Víctor!! eres un gran deportista, y tienes además un corazón humilde y muy bello. ORgullosísisisima de tí. Un abrazo y felicidades! :)
ReplyDelete