¿Qué es lo que hacemos cuando estamos aburridos? Hoy contamos con las
redes sociales y videojuegos para entretenernos cuando
hay tiempo muerto en nuestros días, y va disminuyendo el número de personas
que, en las horas que se gastan, salen de su casa a hacer ejercicio o a visitar
a familiares o amigos. Es que, sentarse en un sillón y controlar un mando con
solo mover los dedos es lo más cómodo que se puede imaginar, ¿no? Además que
los videojuegos cuentan con historias que nos hacen sentirnos emocionales y nos
hacen creer que lo que estamos haciendo es algo importante, pues así te lo
dicen, sin embargo, lo que hacemos en los videojuegos no nos favorece a
nosotros. La distracción del Internet funciona de una manera similar, te ofrece
videos, series, juegos, información interesante, rumores, y la promesa de que
tus amigos lo están usando al igual que tú para tu poder quedarte sentado y
depender de esta herramienta el mayor tiempo posible, y es muy difícil rechazar
una oferta como esa.
Nos hemos olvidado de las actividades físicas, el salir a correr para
distraernos, el visitar comúnmente a nuestros amigos o nuestros familiares, el
ir a patinar, el ir a admirar la ciudad, el ir a fotografiar objetos… todo esto
que nos ofrece más a nosotros que el estar sentado frente a una pantalla, dando
clics a páginas que te succionan más y más en su interminable número de
opciones. Hemos crecido con estas herramientas, y mientras nos hagan la vida
más fácil a nosotros, seguiremos pidiendo más y más de ello hasta que nos haga
hasta lo más mínimos de movimientos, pararemos hasta que haya robots que nos
pongan la vestimenta sin nosotros tener que movernos.
Así, yo recomiendo que, cuando estés aburrido, apaga el monitor un rato
y sal a caminar. Igual cuando estés triste, estresado, o desesperado, solo sal,
estírate, muévete, baila, escribe, diviértete con los más cercanos en tu vida,
es mucho más divertido y estimula mejor nuestra forma de pensar. En un día
triste, la vista de un pájaro cantando en un árbol te puede alegrar el día. No
te quita muchos minutos de tu día, y además, ¿qué vas a hacer con ellos?
Piénsalo.
Texto por: José
Julián Osuna
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